Acoso en Santa Fe: condenaron a un hombre que le envió más de 260 mails en 50 días a su ex

Se conoció la sentencia contra un sujeto que hostigaba a su ex, tanto en el plano virtual como en el presencial.

Por Canal26

Miércoles 8 de Mayo de 2024 - 09:56

Hackers. Foto: Freepik. Acoso virtual. Foto: Freepik.

Un hombre fue condenado a siete años y medio de prisión por el delito de acoso y violencia de género. Según lo que indicó la investigación, envió 267 mails a su expareja en solo 50 días, además de que se presentó en distintas oportunidades a su domicilio para amenazarla.

El victimario, identificado como Omar Alfredo Carranza, también ya tenía una medida de restricción. Los hechos registrados fueron entre julio de 2021 y mayo de 2022, que llevaron a una imputación contra el sujeto por el delito de violencia de género

Ciberacoso. Foto: Telam Ciberacoso. Foto: Telam.

En primer lugar, se investigaron los llamados a la puerta de su expareja, lo que marcaba la violación de los límites que indicaba la Justicia acerca de la distancia mínima que debía mantener con respecto a la mujer con la que salió durante unos seis años. A raíz de la primera denuncia, se le colocó una orden perimetral, con un botón de alerta incluido, que fue pulsado en distintas oportunidades.

La fiscal Cecilia Cardinalli lo imputó por los hechos registrados, como las visitas de imprevisto en las que llamaba a la puerta de la mujer y le pedía que salga. Pese a las medidas impuestas, Carranza continuó con el acoso constante contra la víctima.

Como evento clave en la investigación aparecieron un total de 267 mails entre el 8 de abril y el 31 de mayo de 2022. Según la Justicia, los mismos tenían el objetivo de "amedrentar, atemorizar e intimidar". Finalmente, la jueza Paola Aguirre colocó una condena a siete años y medio de presión por el acoso que ejerció.

Policía de Santa Fe. Foto: Télam Policía de Santa Fe. Foto: Télam

Además, con respecto a las oportunidades en las que se aproximó a su expareja a pesar de la restricción, se mencionó como una “desobediencia judicial en concurso real con amenazas coactivas” por las denuncias previas referidas a violencia de género.